Se calcula que tres de cada diez personas aproximadamente padecen a lo largo de su vida algún tipo de trastorno mental. A veces son problemas graves que dañan seriamente a uno mismo o a quienes están a su alrededor, que tienen muy mal pronóstico y difícil curación. Otros son trastornos leves que desaparecen pronto sin dejar ninguna secuela. Conocerlos es importante para detectarlos en nosotros mismos y en las personas de nuestro entorno.
Introducción
La enfermedad mental es una alteración patológica del pensamiento, los sentimientos, las emociones, las relaciones personales, sociales, profesionales. Provoca una conducta anormal que lleva a afectado a actuar, pensar y sentir de manera que se perjudica a sí mismo o a los demás. Algunos trastornos hacen que se sienta muy desgraciado, pero en otros no es consciente de su problema, e incluso puede tener sensación de bienestar y felicidad.
Lo largo de la vida, entre un 16 y un 30 por ciento de la población presenta algún trastorno mental. Actualmente se aceptan que estos tienen a la vez una base orgánica y un fuerte componente psicosocial. La base es más relevante en casos como la esquizofrenia o en trastornos de angustia, pero también está presente en cuadros considerados en el pasado puramente “psicológicos”, como los trastornos de personalidad, fobias o adaptación.